Que es la modernidad en filosofia

Que es la modernidad en filosofia

Arte del modernismo

Peter Wagner expresa una opinión ampliamente compartida cuando escribe que la modernidad «siempre se ha asociado con el progreso» (Wagner, 2012, p. 28), ya que la creencia en un progreso sin fin se identifica a menudo como una de las principales características de la Ilustración (véase Wagner, 2016). Podría decirse que la palabra «asociación» debe haber sido cuidadosamente empleada por este autor en este contexto con el objetivo de evitar cualquier afirmación fuerte en relación con la posible identidad entre la modernidad y las concepciones del progreso, señalando al mismo tiempo una cierta congruencia no accidental entre los dos «términos.»

Podría decirse que las concepciones del progreso pueden rastrearse en diferentes aspectos de los discursos sobre la modernidad, desde las concepciones cotidianas y los estereotipos sobre la «condición moderna» -parafraseando ligeramente a Lyotard- hasta los relatos sociológicos o filosóficos de la modernidad. Sin embargo, en esta breve excursión sobre el progreso sólo me ocuparé de estos últimos. En lo que sigue no pretendo hacer un recuento exhaustivo de las distintas fases que ha atravesado la idea de progreso entre el siglo XVIII y el presente, ya que ello requeriría un estudio aparte1 (Nisbet, 1994). En su lugar, me centro en la transferencia de la noción de progreso desde el ámbito de la filosofía de la historia al de la teoría social y en el impacto del progreso en la teorización más amplia del cambio social. A continuación, paso a considerar el modo en que el enredo de la imagen del progreso con la modernidad ha dado forma a dicotomías fundamentales en la teoría social, como las existentes entre comunidad/sociedad y sistemas/mundos de vida. Por último, dirijo mi mirada a las formas en que la creencia en el progreso que subyace en las teorías de la modernización ha sido cuestionada por el enfoque de las modernidades múltiples de Eisenstadt y a las perspectivas abiertas por los intentos más recientes de Wagner de teorizar la relación entre el progreso y los proyectos modernos actuales.

Modernidad líquida

La modernidad, al igual que el individualismo, es un fenómeno socio-político-económico que comenzó gradualmente después de que la Edad Media remitiera y los valores de la Ilustración y la promesa de «progreso» a través de la razón, la ciencia y la tecnología comenzaran a propagarse en Europa. (Hay que tener en cuenta que existen distinciones entre los términos «edad/era moderna», «modernidad» y «modernismo». Aunque estos términos están esencialmente interrelacionados, se distinguen conceptualmente). El cambio que se produjo tras la atrofia de la Iglesia y de las instituciones socioeconómicas-políticas de la Edad Media exigía un nuevo sistema que sustituyera al antiguo en Europa.

La modernidad no es una tecnología punta, un producto de última generación, una tendencia de última hora o algo parecido. La modernidad es un cambio de paradigma en el pensamiento y las relaciones humanas que marcó el advenimiento de la ciencia moderna, la tecnología, los estados-nación, la economía monetaria, el capitalismo y el industrialismo en las sociedades occidentales. Este cambio en el pensamiento y las relaciones humanas produjo unas condiciones socioeconómicas y políticas sin precedentes que han reestructurado drásticamente nuestras vidas. Fundamentalmente, la modernidad es nuestra forma de ser postradicional; la modernidad es la conciencia posmedieval que no ha dejado ninguna institución humana intacta en las sociedades occidentales. Y los estudiosos están convencidos de que la filosofía de René Descartes (1596-1650) -que creó un dualismo entre mente y cuerpo, y tenía una visión puramente mecanicista del universo- fue un cigoto de esta nueva conciencia.

Qué es la modernidad pdf

La visión más común de la modernidad -aunque no está exenta de problemas- sostiene que el término se refiere a un nuevo tipo de sociedad que surgió de una secuencia de grandes transformaciones en Europa y Norteamérica que culminaron con las revoluciones industrial y democrática de finales del siglo XVIII y principios del XIX. En este artículo, Peter Wagner repasa las formas en que la Sociología y la Filosofía han tratado de entender la modernidad, con el fin de ayudarnos a comprender nuestra propia modernidad.

Durante mucho tiempo, fue común pensar que una única y exclusiva «sociedad moderna» se originó en Occidente y que abrió una nueva y mejor era en la historia de la humanidad. Hoy en día, debemos replantearnos estas ideas a la luz de la actual condición global de la modernidad. Las pretensiones y expectativas de la modernidad se han convertido en algo ineludible en cada vez más HIGHLIGHTSProfile: Peter Wagnercaminatas de la vida y para muchas más personas que nunca. Sin embargo, en el curso de su realización y difusión, estas reivindicaciones y expectativas también se han transformado radicalmente. Han surgido nuevas cuestiones, entre las que destacan las siguientes, fundamentales para nuestro tiempo.

Modernidad svenska

La visión más común de la modernidad -aunque no está exenta de problemas- sostiene que el término se refiere a un nuevo tipo de sociedad que surgió de una secuencia de grandes transformaciones en Europa y Norteamérica que culminaron con las revoluciones industrial y democrática de finales del siglo XVIII y principios del XIX. En este artículo, Peter Wagner repasa las formas en que la Sociología y la Filosofía han tratado de entender la modernidad, con el fin de ayudarnos a comprender nuestra propia modernidad.

Durante mucho tiempo, fue común pensar que una única y exclusiva «sociedad moderna» se originó en Occidente y que abrió una nueva y mejor era en la historia de la humanidad. Hoy en día, debemos replantearnos estas ideas a la luz de la actual condición global de la modernidad. Las pretensiones y expectativas de la modernidad se han convertido en algo ineludible en cada vez más HIGHLIGHTSProfile: Peter Wagnercaminatas de la vida y para muchas más personas que nunca. Sin embargo, en el curso de su realización y difusión, estas reivindicaciones y expectativas también se han transformado radicalmente. Han surgido nuevas cuestiones, entre las que destacan las siguientes, fundamentales para nuestro tiempo.