
Persona que reconoce a otra como superior o qué depende de ella
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Los líderes eficaces se interesan personalmente por el desarrollo a largo plazo de sus empleados y utilizan el tacto y otras habilidades sociales para animarles a dar lo mejor de sí mismos. No se trata de ser «simpático» o «comprensivo», sino de aprovechar las motivaciones individuales en aras de promover un objetivo de toda la organización.
El aspirante a analista del liderazgo suele estudiar la popularidad, el poder, la espectacularidad o la sabiduría en la planificación a largo plazo. Pero ninguna de estas cualidades es la esencia del liderazgo. El liderazgo es la consecución de un objetivo a través de la dirección de asistentes humanos, un logro humano y social que se deriva de la comprensión del líder de sus compañeros de trabajo y de la relación de sus objetivos individuales con el objetivo del grupo.
Para tener éxito, los líderes deben aprender dos lecciones básicas: Las personas son complejas y las personas son diferentes. Los seres humanos no sólo responden a la zanahoria y el palo tradicionales, sino también a la ambición, el patriotismo, el amor por lo bueno y lo bello, el aburrimiento, la duda y muchos otros deseos y emociones. Una persona puede encontrar satisfacción en la resolución de problemas intelectuales, pero puede que nunca tenga la oportunidad de explorar cómo esa satisfacción puede aplicarse a los negocios. Otro puede necesitar una relación amistosa y de admiración y puede verse constantemente frustrado por el hecho de que su superior no reconozca y aproveche esa necesidad.
Sesgo de optimismo
Contenido de la páginaEn este apartado se describen partes específicas de cada uno de los motivos del Código, y se destacan los puntos distintivos o particulares de cada uno de los motivos. La Comisión ha desarrollado políticas que describen con más detalle cómo se aplica el Código a motivos como la situación familiar, la edad (personas mayores), la orientación sexual, la raza, la discapacidad, la identidad de género, el sexo (acoso, y también embarazo y lactancia) y el idioma (puede estar relacionado con el origen étnico, el lugar de origen, la raza y la ascendencia). En el Apéndice A figura una lista de las políticas de la Comisión.
La experiencia de discriminación de una persona suele estar vinculada a los efectos combinados de múltiples motivos. En función de su combinación única de identidades, las personas pueden estar expuestas a formas particulares de discriminación y pueden experimentar un dolor personal significativo y un daño social que se deriva de tales actos de discriminación. Por ejemplo, una lesbiana judía con un hijo y un cónyuge del mismo sexo puede ser considerada «madre de un niño» o «mujer judía» y estaría protegida por los motivos de estado civil, estado familiar, credo y orientación sexual. Como lesbianas, esta mujer y su cónyuge pueden estar expuestas a formas de discriminación que no sufren otras mujeres judías con hijos.
Efecto mejor que la media deutsch
En el campo de la psicología social, la superioridad ilusoria es una condición de sesgo cognitivo en la que una persona sobreestima sus propias cualidades y capacidades, en relación con las mismas cualidades y capacidades de otras personas. La superioridad ilusoria es una de las muchas ilusiones positivas, relacionadas con el yo, que se ponen de manifiesto en el estudio de la inteligencia, la realización eficaz de tareas y pruebas, y la posesión de características personales y rasgos de personalidad deseables.
El término superioridad ilusoria fue utilizado por primera vez por los investigadores Van Yperen y Buunk, en 1991. El fenómeno también se conoce como efecto por encima de la media, sesgo de superioridad, error de indulgencia, sensación de superioridad relativa, efecto primus inter pares,[1] efecto Dunning-Kruger y efecto Lago Wobegon, llamado así por la ciudad ficticia en la que todos los niños están por encima de la media[2].
La mayor parte de la bibliografía sobre la superioridad ilusoria procede de estudios realizados con participantes de Estados Unidos. Sin embargo, las investigaciones que sólo investigan los efectos en una población específica están muy limitadas, ya que pueden no ser una representación real de la psicología humana. Investigaciones más recientes sobre la autoestima en otros países sugieren que la superioridad ilusoria depende de la cultura[3]. Algunos estudios indican que los asiáticos orientales tienden a subestimar sus propias capacidades para mejorar y llevarse bien con los demás[4][5]Contenido
Definición de etnocentrismo
Los actos de reconocimiento impregnan muchos aspectos de nuestras vidas, como recibir un aplauso de un público embelesado, ser visto en una calle abarrotada por un amigo olvidado hace tiempo, que te rechacen una solicitud de trabajo por tus antecedentes penales, disfrutar de unas palabras de elogio de un respetado profesor de filosofía, que te pare la policía por ser un hombre negro que conduce un coche caro y luchar para que tu matrimonio del mismo sexo sea sancionado oficialmente para poder disfrutar de los mismos beneficios que los matrimonios heterosexuales. Evidentemente, las distintas formas en que somos reconocidos (y reconocemos a los demás) desempeñan un papel importante en la configuración de nuestra calidad de vida. Los teóricos del reconocimiento van más allá y sostienen que el reconocimiento puede ayudar a formar, o incluso determinar, nuestro sentido de quiénes somos y el valor que se nos concede como individuos.
Las teorías políticas del reconocimiento, que intentan reconfigurar el concepto de justicia en términos de reconocimiento debido o denegado, pueden contrastarse con el auge del multiculturalismo (aunque lo acompañan), que ha dado lugar a una serie de publicaciones centradas en el reconocimiento, la acomodación y el respeto de la diferencia. Aunque estas dos trayectorias se superponen, existen importantes diferencias entre ellas. La política multicultural tiene sus raíces en la política de identidad que subyace en varios movimientos sociales que cobraron importancia durante la década de 1960, como el movimiento de los derechos civiles y el feminismo radical/cultural. Estos movimientos tienden a enfatizar el carácter distintivo y el valor de su identidad cultural y exigen derechos específicos del grupo para proteger esta singularidad. Sin menospreciar la política de la identidad y el multiculturalismo, este artículo se ocupa principalmente de las teorías políticas del reconocimiento, en particular las formuladas por Charles Taylor (que también es una figura destacada de la política multicultural), Nancy Fraser y Axel Honneth. Éstas se centran en el papel que desempeña el reconocimiento en la formación de la identidad individual y en el fundamento normativo que puede aportar a las teorías de la justicia.
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