
Matrimonio a la moda hogarth
Resumen de Marriage a la mode
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En la primera lámina de Hogarth, se fragua un contrato matrimonial, aunque, como observa Robert Cowley, «la pareja de prometidos parece aburrida» (34). La pose del conde es afectada, ya que señala dramáticamente su importantísimo árbol genealógico, una de cuyas ramas ya está rota. El novio se mira narcisistamente en el espejo [El incomparable Lichtenberg le llama inexplicablemente «un conejo de angora enfermo junto a una dama erizo caliente» (87)], pero el reflejo que vemos no es el suyo sino el de Silvertongue, el abogado que pronto será el amante de su esposa. Algunos comentaristas, como Peter Quennell, creen que la esposa y el abogado ya han consumado su relación (172). Sin embargo, esta lectura es problemática, ya que destruye la inocencia de la joven, tan importante para su condición final de mártir en la serie.
A tal efecto, Hogarth utiliza muchas alusiones a otras obras de arte en su serie, tanto para comentar la acción como, a veces, para advertirnos (y posiblemente a los personajes) de la potencial perdición que les acecha. Este ingenioso recurso de presagio aparece también en esta serie. En el fondo hay cuadros que, según Paulson, «muestran escenas de violencia y destrucción» (Graphic 269), como David a punto de matar a Goliat, Judith sujetando la cabeza de Holofernes y San Sebastián siendo martirizado. Menos visibles son las imágenes de Caín matando a Abel y Prometeo en la roca. También hay una imagen de Medusa chillando de horror, una de Santa Inés, cuya negativa a casarse conlleva una interesante gravedad temática adicional y un cuadro demasiado dramático del Conde como Júpiter en una pose apropiadamente omnipotente. Aquí controla la acción.
El progreso de una ramera
En la decoración de la sala, Hogarth satiriza la moda de coleccionar cuadros italianos y franceses, una práctica que el artista criticó abiertamente a lo largo de su carrera. En el gran retrato mitológico de estilo francés, representó al conde bajo la apariencia de Júpiter, con un cañón explosivo estratégicamente colocado en la ingle. Los otros cuadros representan temas oscuros -el martirio de San Sebastián, Prometeo torturado por un buitre, Caín matando a Abel, Judith con la cabeza de Holofernes- que parecen presagiar el final catastrófico de este partido.
Significado de Hackabouts
para una serie de cuadros sobre un «Matrimonio Feliz» que Hogarth planeó pero no terminó. Esta escena puede mostrar a la esposa de un joven terrateniente que se está probando el vestido de baile que va a llevar en la siguiente escena, El baile.
PROCEDENCIA …; Samuel Ireland antes de 1782, pero no identificable en su venta, Sotheby’s 7-15 de mayo de 1801; …; W.B. Tiffin del Strand antes de 1833; …; W.H. Forman de Pippbrook House, Dorking, antes de 1890, por descendencia del Mayor A. H. Browne de Callaly Castle, Northumberland, vendida en Sotheby’s el 27 de junio de 1899 (81) a C. Fairfax Murray; vendida por éste a Agnew en 1908, de quien pasó a Sir Edmund Davies en 1908; adquirida de sus albaceas por la National Gallery
En la actualidad, se considera que éste es uno de los bocetos de la serie abandonada de «Matrimonio feliz», que Hogarth planeaba producir tras el éxito de los grabados de «Matrimonio a la moda» de 1745 (los cuadros para éstos de c. 1743 se encuentran en la National Gallery). La obra iba a estar ambientada en el campo y no en la ciudad, y pretendía contrastar las virtudes sólidas y anticuadas con los excesos de la moda de la serie anterior. No se conoce el argumento previsto por Hogarth, si es que lo elaboró, y sólo puede deducirse de una serie de bocetos al óleo, algunos de ellos ya perdidos, que guardan relación en cuanto a tamaño, tratamiento y tema.
El progreso de un rastrillo
Marriage A-la-Mode[1][fn 1] es una serie de seis cuadros pintados por William Hogarth entre 1743 y 1745, que pretenden ser una mordacidad de la sociedad del siglo XVIII. Muestran los desastrosos resultados de un matrimonio poco meditado por dinero o estatus social, y satirizan el mecenazgo y la estética. Los cuadros se conservan en la National Gallery de Londres.
Esta serie no fue tan bien recibida como sus otros cuentos morales, A Harlot’s Progress (1732) y A Rake’s Progress (1735), y cuando los cuadros se vendieron finalmente en 1751, fue por una suma muy inferior a la que el artista esperaba[3].
En Marriage A-la-Mode, Hogarth cuestiona la idea tradicional de que la nobleza y los ricos llevan una vida virtuosa y satiriza los matrimonios concertados. En cada obra, muestra a la joven pareja y a sus familiares y conocidos en su peor momento: teniendo aventuras, bebiendo, apostando y con otros numerosos vicios. Algunos consideran que éste es su mejor proyecto y el mejor ejemplo de sus ciclos de historias planificadas en serie[4].
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